sábado, 3 de abril de 2010

Como se puede prevenir la infección por Blastocystis?
• Lavar las manos con agua y jabón después de ir al baño y antes de manipular
alimentos.
• Evitar agua y alimentos de procedencia dudosa.
• Cuando viaje a zonas endémicas evitar el consumo de agua y alimentos que no
cuenten con control sanitario.
Hechos curiosos:
• Fue descrito por primera vez en 1849 por Swayne y Brillan quienes los
denominaron cuerpos del cólera y células anulares.
• En 1912 Brumpt lo denomina por primera vez Blastocystis hominis al aislarlo de las
heces humanas considerándolo una “levadura”. Se clasifica en 1967 como un
protozoario y posteriormente es catalogado como un patógeno potencial.
• Algunos investigadores sugieren de que la mayoría de blastocystis no son
patógenos.
• Se piensa de que el ser humano sirve como portador de blastocystis no patógeno
mientras que los animales (monos, cerdos, pájaros y reptiles) pueden ser portadores
de especies de blastocystis patógenas para el ser humano. Se plantea entonces la
posibilidad de que esta infección sea una “zoonosis” es decir una infección que se
transmite de animales a seres humanos.
• Las especies que producen síntomas tienen un ciclo de vida diferente caracterizado
por la forma ameboidea la que puede ser causa de enfermedad en el ser humano.
• La asociación frecuente de Blastocystis y otros parásitos intestinales sugiere que
existe una vía de transmisión común (fecal-oral) lo cual tiene gran importancia
epidemiológica.
• Algunos investigadores han encontrado antígenos que permiten diferenciar las
especies productoras de enfermedad de aquellas que no la producen.
• Existen pacientes que pueden albergar el parasito por años y manifestar síntomas
como gases que no alivian con medidas dietéticas, otros pueden manifestar
intolerancia a los azucares sin existir evidencia de porque se produce esta
manifestación.
• Hasta el momento no existen pruebas que nos permitan diferenciar si el paciente
presenta estos síntomas por el parasito o por otra bacteria o enfermedad.
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• Habita principalmente en el ciego y el colon.
• La presencia del parasito en gran cantidad, forma vacuolar, descartar otras causas de
diarrea y respuesta al tratamiento médico se asocia a mayor sospecha de que la
sintomatología esta relaciona a Blastocystis hominis.
• La infección no se asocia a estados de inmunosupresión como el SIDA.

martes, 23 de marzo de 2010

sábado, 20 de marzo de 2010

PREVENCION PARASITOSIS

En general, todas las infecciones por parásitos deben ser tratadas.
El tratamiento antiparasitario se realiza usualmente con medicamentos para administración oral, en suspensiones, jarabes o tabletas.
Dado que todos los antiparasitarios producen reacciones debemos tener cuidado especialmente cuando les administramos en niños menores de dos años, así como durante embarazo y lactancia.
Las desparasitaciones nunca serán efectivas, si no se dispone de todos los medios de salubridad e higiene que permitan evitarlas.
Si se carece de alcantarillado o sistemas adecuados para eliminación con fosa séptica o letrina, es posible nuevamente infectarse con parásitos al día siguiente de tomar un antiparasitario.
Por lo anterior, al prescribir un tratamiento antiparasitario, el médico debe indicar al paciente normas de higiene para prevenir futuras infecciones.
El agua es un importante elemento de contaminación con parásitos
Las legumbres, verduras y frutas, constituyen alimentos que pueden contagiar parasitosis, especialmente si son regadas con aguas servidas.
Las amebas, y las lombrices son los parásitos que más abundan.
Los países que han logrado controlar o erradicar parasitosis, es porque las condiciones de vida, la infraestructura sanitaria y los hábitos de higiene han permitido solucionar el problema.
RECOMENDACIONES:

El mejor tratamiento para las parasitosis intestinales es la prevención.
El aseo de manos es indispensable para evitar parasitosis intestinales.
La adecuada preparación de frutas, legumbres y verduras, es muy importante.
Si el regadío de las frutas, verduras y legumbres se realiza con agua apropiada y no con aguas negras o de desecho de alcantarillas, permitirá obtener frutas no contaminadas.
Es mejor pelar las frutas y algunas legumbres o verduras deberán ser cocinadas, mejor al vapor o en poca cantidad de agua, sin sal, evitando la cocción excesiva, que destruye también las vitaminas.
El uso de letrinas o servicios higiénicos y el aseo de manos luego de utilizarlas, ayudan mucho a evitar parasitosis.
Los niños deben aprender estos hábitos higiénicos a partir del primer año de vida, mediante la repetición y principalmente mediante el ejemplo de sus padres y cuidadores.